La pelota de letras por los aires

Me he enterado del escándalo producido por el regalo de cumpleaños que nuestras fuerzas aéreas le dieron al humorista-cienciólogo-pro-hombre conocido como Andrés López. (Esto se comenzó a escribir hace un buen tiempo como pueden darse cuenta)

Para los desinformados, el sujeto, éxito taquillero del Stand-up comedy nacional con su mentadísima "Pelota de letras" TM, recibió un regalo de las FAC consistente en recogerlo en un helicóptero militar en Bogotá junto a su novia, llevarlo a una base militar, darle un pequeño entrenamiento, bautizarlo como piloto, subirlo a un avión de entrenamiento, darle "una vueltica" y devolverlo a Bogotá en helicóptero militar nuevamente.

El escándalo, se da porque el costoso regalo fue pagado con el dinero de las fuerzas militares. Los involucrados se defienden diciendo que Andrés ha dado varias funciones gratis en favor de los soldados y que es un detalle de fina coquetería para con una persona tan gentil. Además dicen que los helicópteros igual tenían que viajar para llevar otra gente y que el avión tenía que volar y que iba a llevar el asiento del copiloto vacío.

Este suceso en realidad me tiene sin cuidado, cosas así pasan a diario en nuestras tierras, y confiando en las palabras de los implicados, pues hasta merecido se lo tenía el muchacho. Lo que me inquieta es el culto, el fervor y la idolatría que se han generado en torno a tan particular personaje.

Su obra ha suscitado movimientos de masa tan grandes que lleva varias temporadas arrasando con la boletería de los lugares donde se presenta (Y el hombre no cobra cualquier chichigua, lo sé porque conozco personas que organizaron una función privada. Consejo: Es rentable), llenando cupos desde meses antes de las presentaciones, su DVD, creado para combatir los videos de sus presentaciones que se encontraban en el mercado pirata, se ha convertido en el más exitoso en Colombia y aún se encunetra agotado por todas partes.

La pregunta es entonces ¿porqué tal éxito?

He visto la susodicha obra en dos oportunidades, una en vivo y otra en el DVD, una con mis amigos y otra con mi familia. Y pues a decir verdad, no me ha parecido la gran maravilla, obviamente recomiendo más el verla con la familia que con los amigos, hay tal vez un poco más de diversión. No digo que sea mala, es buena, pero no es la panacea del teatro contemporáneo nacional.

López se basa en la recopilación de puntos comunes, en ilustrar -muy bien hecho, en honor a la verdad- ciertos aspectos "típicos" de las familias colombianas, especialmente -creo- la familia de clase media. Existen ciertas frases, actitudes, comportamientos y manías propias de cada generación, un imaginario común, y se presentan choques generacionales ocasionados por los contrastes que estos plantean, la llamada "Brecha generacional". Es de esto de lo que López se aprovecha para lograr identificación entre los espectadores y arrancar las carcajadas de aquellos cuyo humor es más accesible (en mi concepto, yo no me carcajié durante la presentación pero sí sonreí. Ahora, es cierto que poco me carcajeo).

López toma esos aspectos arriba mencionados y los convierte en gags, es el caso de frases como "deje así" y términos como "chiflón" y "el sereno" (esto me recuerda a un profesor de teatro que tuve hace algunos años quien nos decía con respecto al empleo de los gags: La primera vez está bien, la segunda tambien, la tercera aguanta, la cuarta ya se pone cansón y de la quinta en adelante, ya no hay para qué), que después de un rato se vuelven aburridos de tanto escucharlos, más cuando ahora hay mucha gente que los emplea.

En fin, el punto es que para mí esto no es una hazaña digna de hacerle una estatua y convertirlo en procer nacional, es humor fácil, es una obra entretenida, y ya, así de fácil.

Igual recomiendo a los que no la hayan visto, que si pueden verla lo hagan, pero no les sugiero que se maten para conseguir boletas o una copia del DVD agotado.

Hablando de todo un poco...

• Me parece increíble que esto exista, pero me resulta bastante útil la parte del pensamiento del día, desde ya voy a empezar a llevar un cuaderno donde los anote a diario.