29 de diciembre de 2007

Disertaciones temporales

Time, Real and Imaginary

An Allegory

On the wide level of a mountain's head,
(I knew not where, but 'twas some faery place)
Their pinions, ostrich-like, for sails outspread,
Two lovely children run an endless race,
A sister and a brother!
This far outstripped the other;
Yet ever runs she with reverted face,
And looks and listens for the boy behind:
For he, alas! is blind!
O'er rough and smooth with even step he passed,
And knows not whether he be first or last.

Samuel Taylor Coleridge


El futuro y el pasado sólo existen en nuestra mente, son elaboraciones del lenguaje, de la memoria y de ve tú a saber quién más. Con lo que contamos es con el momento presente, el ya, el ahora, el oxímoron que se extiende desde el "instante eterno" hasta todos y cada uno de los recuerdos de tu infancia y las expectativas de tu ancianidad.

Y si no existen -o existen sólo en nuestras cabezas, que viene siendo lo mismo-, se pueden cambiar, ¿no?

La historia la escribe el vencedor, ¿no es asì que dicen?

Y no es que el tiempo sea cíclico, que se repita, es que es siempre el mismo, sólo cambian los detalles, los protagonistas, algunas situaciones.

Parpadeo. Es justo éste el momento en que entro a una sala de cine por primera vez, a penas si puedo caminar y ya Disney empieza su trabajo. Ahora leo un libro de entre una canasta de descuentos, frente a una vieja librería venida a menos, afuera llueve y tengo los zapatos empapados. Ahora una mujer me besa, es media noche y estoy en la terminal de otra ciudad, el último bus para Bogotá sale en cinco minutos, si tan sólo tuviera más tiempo. En este instante leo a media lengua los letreros de las tiendas que alcanzo a ver por la ventana del tren, mi papá me lleva alzado en sus piernas y sonríe mirando al infinito. Mierda, esto es un atraco. Abro la puerta y vuelvo a ver a mi mamá después de muchas semanas, viene en silla de ruedas, mi papá la trae y sostiene alto una bolsa, un suero tal vez. Ahora entro a una sala de cine para ver una película que yo he hecho, por primera vez. Acabo de escuchar la última nota del mejor concierto de mi vida. Ahora camino borracho y con una lata de cerveza en la mano por las húmedas calles del centro de Bogotá, es muy tarde, el alumbrado público no funciona y los nervios me empiezan a fallar. Ahora conozco a la mujer de mi vida pero soy muy estúpido para darme cuenta; ya es muy tarde, la buseta ya le pasó por encima. Acaban de cancelarme una producción por primera vez, y duele, mucho. Estoy semidesnudo en un páramo, me gusta cómo se siente el pasto húmedo en la planta de los pies, las ligeras gotas de lluvia que se estrellan contra mi cara, el milenario frío empieza a subir cuando sumerjo mis extremidades inferiores en el gélido lago, llega hasta el pecho y allí se instala, encuentra buen refugio, nunca saldrá de allí. Ahora mismo muero por mis propios medios, tengo veintisiete años y un bulto de fracasos en la espalda. Ahora muero de un infarto, tengo cincuentayseis años y he vivido con cierta resignación, después de todo no salieron tan mal las cosas. Parpadeo.

Todo puede pasar. Y todo pasará justo ahora. La más mínima decisión cambia lo que viene y lo que fue. ¿Y qué si en lugar de....? pues ya no, trata tú de cambiarlo, ¿qué no es tu mente tan poderosa?

El destino y lo ya vivido se dividen con cada movimiento, las posibilidades son infinitas, los resultados inimaginables. Es como encerrar muchas piezas de color en una pequeña botella, agitar y ver, agitar y ver, agitar y ver, nunca encontrarás el mismo resultado, una pequeña pieza que se resbale cambiará el todo. Me gusta lamar a todo esto "casualidad".

Y claro, todo efecto necesita una causa, pero eso es otro tema. Todo pasa en presente, es a lo que voy.

Los recuerdos y las mentiras están hechos del mismo material. Yo nací el 02 de Setiembre de 1982 en Santiago de Chile. ¿Es un recuerdo?, ¿es una mentira?, ¿qué los diferencia?

Hay infinita cantidad de futuros e infinita cantidad de pasados. No obstante, todos siguen siendo parte de las mismas elaboraciones mentales. El tiempo sigue siendo el presente, lo demás no nos consta.

Al respecto, recomiendo:

- La entrada "Ex futuros" en lo que fue el blog de Héctor Abad Faiolince
- El cuento de Jorge Luís Borges El jardín de senderos que se bifurcan
- El cortometraje Cambiar el mundo de Nacho Vigalondo

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